viernes, 13 de septiembre de 2013

HISTORIAS MÍNIMAS

La cosa de Julito Aguilar

Érase un quince de agosto. Más o menos, no les miento, A las cinco en punto de la tarde, Julito Aguilar salió, por su propio pie, de la cárcel unánime de Yeserías. Previamente se había negado a que lo recluyeran en la Cárcel Modelo, en Carabanchel, en el Penal del Dueso, en el Manicomio de Leganés...

Mire —le decía— a Victoria Kent, la Directora General de Prisiones, es que lo mío son las tías. Qué le voy a hacer. Total, que lo mandaron a Yeserías, que estaba repoblado de mujeres. Y de las trece o catorce rosas, claro, antes de que un generalete que mandaba mucho las fusilara. Para desesperación de Julito. 

Y es que él, allí, como que se sentía a gusto.


 
 
 
 

COSAS DE LOS HUÉSPEDES (UN TAL MARIO BENSO)

Nos han derrotado
 
Las huestes amarillas de la Pérfida Nipón nos han arrebatado nuestra hermosa Olimpíada, y los siniestros y corruptos (sí, corruptos) miembros del COI han devuelto al mar nuestro mensaje en la Botella sin apenas leerlo, a pesar de haber sido redactado en armonioso inglés shakespeariano y defendido con gallardía ante el Mundo.

 
 
 
Al Buen Gasol se le han remojado las barbas, y a los maravillosos ojos de Mireia, la más bella del monte, se asomó, como ardilla ronda el Parque del Retiro, una fugaz lágrima.  Tuvo que guardar la ropa Nadal, ocupado en batallas tenísticas, y el Príncipe y la Principesa se volvieron, permítaseme la expresión, con el rabo entre las piernas.

No tendrá Madrid sus Juegos Olímpicos; no desfilarán nuestras níveas ondinas de la sincronizada por la Puerta de Alcalá con la falda miralá, ni Usain Bolt se apretará un chocolate con churros antes de correrse 100 metros, ni los jerifaltes olímpicos podrán disfrutar de las meretrices de Costa Fleming o -en caso de preferir las emociones fuertes- de sus damas de honor de la Calle Montera: han optado por Tokyo y sus gheisas; han preferido el sushi a unos buenos callitos, el sake a la caña tirada como Dios manda, el hongo radiactivo de Fukushima al aire puro y libre de basuras tóxicas de Madrid, el Fujiyama al Puente de Vallecas, la kora al organillo, el comic manga a la Rue del Percebe, el Kabuki a Quevedo...
 




Los ojos del COI se han cerrado ante la certeza de un nuevo milagro español, una nueva vuelta de tuerca a la historia. Dicen que nos dopamos, ellos que se pasan el día empolvándose la nariz y dándole al whisky caro; ellos, con sus miradas cínicas y sus ataques de gota: esa chusma olimpista que no sabe apreciar en lo que vale el esfuerzo de la Villa y Corte por ofrecer al mundo un espectáculo inolvidable. Pero no importa, da igual. Una derrota es siempre una victoria, y ellos tendran sus Juegos pero a nosotros, a ese Madrid de rostros apagados en el metro, hidalguía y prisas, casticismo y mundanal ruido nos queda, hermosa y pura, la Verbena de la Paloma.