jueves, 27 de septiembre de 2012

ALWAYS LOOK ON THE BRIGHT SIDE OF DEATH...

Accidente en la N-VI


La emisora de radio del vehículo siniestrado se escuchaba, curiosamente, con absoluta nitidez:

«En la Nacional-VI, a la altura del kilómetro 213, un automóvil ha chocado contra un árbol, tras derrapar en una zona de obras recientes. El coche ha quedado destrozado y el conductor ha fallecido. Los bomberos trabajan en estos momentos para excarcelar el cuerpo entre un amasijo de hierros».
 
 
 
No sé por qué, pero algo me decía que no tenía yo que haber robado este coche. Pero me dio el punto.
Hay que joderse.

FAUNAS

Políticos y verbos


Los políticos, como los verbos, son casi todos conjugables. Personalmente, camaleónicos. Que se levantan activos y atardecen en la pasiva refleja y el impersonal. La mayoría son potenciales porque, en el fondo, andan en pelota picada de ideologías y argumentos, Pero, en conjunto, son básicamente deponentes, es decir, que parecen tener significación activa pero, a la larga, se acaban ellos siempre conjugando en pasiva.


Hay políticos reflexivos, a los que todo se les queda ensimismado en casa. En el partido. Pero también los hay recíprocos, que a la que te apoyan las mociones se las tienes que devolver nuevecitas y con porcentaje. Son sacamantecas de ida y muchas vueltas. También hay políticos transitivos, que todo se les va en el complemento directo, que viene a ser su señora, o un hermano desastre y bandarra, o incluso una amante de chaletito adosado, orgías y alquiler.

Los peores vienen a ser los pronominales, que sólo se conjugan en presencia de su abogado o de su pronombre personal. Y a la que vienen mal dadas se esfuman y, después, gloria. Éstos son muy peligrosos, porque te suelen dejar con el culo al aire y acabas teniendo siempre que conjugar en subjuntivo. Con lo dificilísimo que es eso.

Muchas veces los políticos son como los verbos ingleses, que sólo tienen tres tiempos y hay que echar mano de las preposiciones para los matices y esas cosas. Tenemos políticos impersonales, que no los conoce nadie y te tienen que asegurar que son políticos para que los votes. Hay también políticos complicados y perifrásticos, siempre preparados para perpetrar un nuevo giro lingüístico que deja patidifuso al personal que, como no lee mucho —para qué nos vamos a engañar— no se enteran de las cosas de enjundia y fundamento. Incluso hay políticos que se conjugan siempre en futuros, que no acaban de concretar, coñes. Éstos suelen tener problemas para pronunciar la «ese», que les sale silbante, sibilina y sinuosa. Son políticos de improbables futuros.

Algunos se conjugan en pasiva refleja, que a mí siempre me ha costado mucho distinguirla de la impersonal. Otros son como muy suyos y les va lo intransitivo, con lo que nunca les hacen falta complementos y, si acaso, complementos circunstanciales de modo, tiempo o lugar. También, no se crean, los hay defectivos, que siempre les faltan apoyos en su propio partido y claro, pues eso. Que se pelean mucho.



En cualquier caso, según las encuestas, la mayor parte de los políticos, a pesar de tener la sangre perdidita de gerundios, son semideponentes, o sea, que no los conoce nadie y se les vota a ojo, o casi peor, a tientas, entre abstenciones, que los pobres no tienen derecho ni a aspecto y ni a aktionsart. Políticos, digamos, irregulares, que uno nunca sabe por qué tiempo los tienes que conjugar.

De todos modos tampoco me haga usted mucho caso, que, la verdad, yo de políticos no entiendo nada. Pero lo que es de verbos. Un puñao.

CON LA PRESENCIA 'INTERESTELAR' DE... (Por riguroso orden de desaparición)


 
MARTÍN, Miguel

 
MAUSOLEO / Miguel Martín


He tenido poca fortuna en la vida pero no he sido desgraciado. He sido fotógrafo.


Pero no he vivido de la fotografía. Me hice fotógrafo para poder soportar aquellas tardes de los domingos; las de ahora ya no me importan. Por lo tanto, todas mis fotografías tienen algo de ruina y tristeza. Es decir, el turismo inevitable.


En verdad, no he hecho más que dos fotografías. Una de ellas se aproxima a la que enseño; la verdaderamente importante es «la otra». El resto es repetición, variaciones.


La vida es demasiado corta y no da para más de una idea genial o dos fotografías que te salven del olvido.


Cuando iba a fotografiar nunca llevaba la máquina fotográfica. Sólamente los ojos y el ánimo necesario. Después esperaba a que llegase la tarde de domingo en la que estaba seguro que acertaría con una de las dos fotos que he podido hacer hasta hoy. He pensado mucho estas dos fotografías, pero mucho.

El resto fue turismo.


PAVANITAS

Pavana para un Ché Guevara

(Tal día como uno en que murió Santiago Carrillo)



No se remire el fusil,
platique con las estrellas.

Que en la selva acobardada
los soldaditos le velan.
Aguante la vista arriba,
que no le tiemblen las piernas:
si peleamos es de fondo,
con cartuchos de miseria.
Contra la voz infinita
que nos quiso aguantadera
de negro chico y sonriente,
masticando las esperas.
Pídale al aire un murmullo
que lo acompañe de veras,
que el frío negro del sable
ni está atento ni se acerca.

No se remire el fusil,

ríndaselo a las estrellas.

Por la noche comandita
frente al enemigo hay velas
que soportan compañeros
de silencio, con tristeza.
Todos unánimes: muertos
por la negra balacera.
Y no se arrugue la boina
como un pétalo de fiera.
Prefiera mirar derecho
los resplandores de hoguera,
contra el frío acontecido
que le ahuyentan calaveras.

No se remire el fusil,
acaricie las estrellas.

Déjele el gatillo al aire,
que él sabe más de peleas.
De guerrillas sospechadas,
tan revoltosas e inciertas.
Mírele fijo al futuro,
que lo esperamos de veras:
con el agujero viejo
de una bala prisionera
por donde se escapa el sueño
de ferocidades hembras.

No se remire el fusil,
se fue a pelear por ellas.

¡Y levante la cabeza!
¡Levante el pecho a la espera!
¡Que así que pasen cien años,
un soñador siempre acierta!

miércoles, 26 de septiembre de 2012

CON LA PRESENCIA 'INTERESTELAR' DE... (Por riguroso orden de desaparición)


DEL VAL, Fernando



 
 

recuerdo aquellos días en que sólo eras presagio

indicio primeros metros de cuerda del porvenir

 
tu pelo entonces levitaba trémulo

doblándose como olas abandonadas

invisibles al final del mar

azotando con seda el aire

lejos de todos los faros

 
bailabas eras música

y yo veía en tus pies alas

como en los de aquiles

 
una pregunta tuya valía más

que todas las resoluciones de naciones unidas

convertiste el fuego en potencia del alma

 
las mañanas eran relámpagos

y en mis oraciones pedía

que no cejase aquella luz

 
no había tierra bajo mis pies

pisaba en falso fingiendo estar vivo

ser real

 
sabía que se estaba abriendo una herida

-la felicidad dura lo que un fusilazo-

y aun así aparté la venda consciente

de que debiera haber cubierto sine die

mis ojos a imagen de los de la justicia

 
todas las manifestaciones de la vida

-arte actualidad olores urbanismo viajes política religión-

dejaban  tras de sí rastros de adn rescatados de tu pelo

 
pensé que podría ser la primera cascada

en trepar y no caer

 
y rodé como un agua podrida por las rocas

y te vi doliente sentada en un relieve

entre los helechos contemplando cómo

me depositaba sobre el colmo de los pozos

 
llevabas la noche y las estrellas en tu vestido

-fue en el piso de arriba de aquel autobús rojo tragedia

imitando la primera planta de la redacción donde nos conocimos-

cuando entendí que el verano es la estación total

y el invierno tiene nombre de tragedia

 
-en él se han caído ya todas las hojas-